En esta conferencia, que se desarrolló en Puebla en el 2012 en el evento "La ciudad de las ideas", Sheril Kirshenbaum, nos habla sobre la Ciencia de Beso. Su origen, su historia, sus aspectos biológicos, psicológicos y culturales.
Respecto de las teorías sobre el origen del beso, refiere que una ellas señala la influencia en los primates y nuestros ancestros del color rojo como una señal sexual.
Por otro lado el besar nos acerca a la otra persona y de este modo podemos sentir su aroma , su sabor, y de algún modo "probar" si vale la pena buscar una mayor conexión.
Desde el punto de vista del sentido del tacto, después de las manos, la boca y los labios son muy importantes a la hora de brindarnos información táctil sobre el mundo que nos rodea.
Si damos un buen beso y nos conectamos románticamente y ambos lo disfrutan, hay varias señales que se ponen de manifiesto de modo evidente. La respiración se vuelve irregular, el pulso se acelera, las pupilas se dilatan, por lo que instintivamente muchas personas cierran los ojos.
Además hay un aumento de la dopamina, que como sabemos se relaciona con el deseo, en este caso con la necesidad de estar con la otra persona, es una suerte de sistema de recompensa cerebral.
Y también aumenta la oxitocina, esto produce un sentimiento de apego por el otro, querer conectar, seguir junto al otro. Pero por otro lado también produce un incremento de la serotonina que produce sensaciones obsesivo/compulsivas (esto explica varias cosas no?).
Por otro lado Sheril nos comenta como se diferencia la valoración que dan beso la mujer y el hombre.
Señala que la mujer considera la beso como una buena manera de evaluar la compatibilidad o bien iniciar, mantener, y monitorear a largo plazo una relación, esto es si hay un futuro juntos. Ellas se enfocan en el sabor/aroma, dientes, aliento y prefieren besar antes, durante y después del sexo.
Los hombres describen a los besos un medio para aumentar las posibilidades de tener relaciones sexuales, sin que el beso tenga tanta importancia como para las mujeres. Esto en principio se explica biológicamente como la necesidad de evaluar mejor con quien armar una pareja con fines reproductivos por parte de la mujer.
Por ultimo hace mención al Complejo Mayor de Histocompatibilidad, esto es el grupo de genes que se encargan del sistema inmunológico.
Para los hombres son con más atractivas, las mujeres con grupos de genes diferentes lo cual daría como resultado del entrecruzamiento un sistema inmunológico mejor de los posibles hijos de la pareja y esto se percibe a través del olfato. Cuando besamos la nariz esta pegada a la piel de ella y el "perfume de mujer" que más nos seduce es el de aquella mujer que es menos histocompatible con uno.
Esto, si bien Sheril no lo cuenta, se comprobó estudiando experimentalmente las elecciones de grupos de hombre que olían ropas que había sido usadas por mujeres y elegían cuales les eran más atractivas, luego se comparaban sus histocompatibilidades y se pudo concluir esta explicación que ella enuncia.
Por último, muchas veces me preguntan si el entrenamiento sensorial , esto es, estar entrenado en utilizar los sentidos para medir sensaciones, como lo estamos quienes trabajamos en Sebriano "Marketing con sentido" para diseñar productos según el gusto de los consumidores, no modifica la experiencia cotidiana de comer o beber. En realidad uno puede estar alerta o bien olvidarse, como supongo puede hacer un músico profesional ante la música que escucha, puede realizar una escucha atenta o bien oirla sólo como música de fondo. Sin embargo nunca nadie nos ha preguntado como esto influye en otras experiencias como el beso por ejemplo, pero la respuesta para esto amerita en escribir un próximo artículo. Espero que disfruten de la conferencia.
3 comentarios:
Eduardo, me parece que es al revés: la mujer cuyo olor nos seduce más es la de MENOR histocompatibilidad. De ahi el experimento del olor de las remeras, donde a menor parentezco (mayor distancia genética) mayor era la atracción. De esta forma la evolución "premia" nuestra búsqueda de la diversidad, para que nuestros hijos tengan mayor heterogeneidad genética y así puedan estar mejor adaptados a futuras enfermedades. Un abrazo!
Eduardo, me parece que es al revés: la mujer cuyo olor nos seduce más es la de MENOR histocompatibilidad. De ahi el experimento del olor de las remeras, donde a menor parentezco (mayor distancia genética) mayor era la atracción. De esta forma la evolución "premia" nuestra búsqueda de la diversidad, para que nuestros hijos tengan mayor heterogeneidad genética y así puedan estar mejor adaptados a futuras enfermedades. Un abrazo!
Muchas gracias por el comentario!!! Ya lo he corregido!!!
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