jueves, 3 de marzo de 2011

Los otros sentidos: la propiocepción

¿Además de los cinco sentidos que ya hemos visto cuales otros hay?.

La propiocepción es el sentido que informa al organismo sobre cual es la posición de los músculos. Nos permite percibir donde está nuestro cuerpo en el espacio.
Esta información es transmitida al cerebro a través de los husos musculares, que se encuentran en el interior de los músculos. Estos husos están compuestos de pequeñas fibras musculares (intrafusales) inervadas por nervios que informan de la longitud del músculo.
Sin la propiocepción seríamos incapaces de movernos en la oscuridad o de percibir la posición de nuestras extremidades. La prueba que pueden hacer para comprobar esto es cerrar los ojos e intentar tocarse la nariz...¿pudieron?
Del latín proprius, propio, y percepción; es el sentir de la posición relativa de las partes corporales contiguas.
A diferencia de los seis sentidos de exterocepción (visión, olfato, gusto,tacto, audición y equilibriocepción) por los que percibimos el mundo exterior, la propiocepción es un sentido de interocepción por el que tenemos conciencia del estado interno del cuerpo propio.
Es el sentido que indica si el cuerpo se está moviendo, así como también de la posición relativa de diversas partes del cuerpo con respecto.
"¿Quién soy?" en una pregunta corporal de "¿Donde estoy?".
En ocasiones la enfermedad o el exceso de vitaminas puede extinguir la propiocepción. Eso produce una pérdida total de sentido corporal y, con él, del yo corporal. La persona se siente des-corporizada y por ello no puede generar movimientos. La pérdida del sentido corporal es otra muestra del vínculo entre movimiento y mente.
El ser corporal también se aloja en diversos puntos de todo el cerebro como por ejemplo, la corteza sensitiva, el tálamo y el cerebelo. Este ser corporal es en gran medida inconsciente, solo lo notamos cuando falta. Como cuando se nos "duerme" una pierna o las sensación extraña en la cara que nos queda cuando el dentista no ha inyectado anestesia. Las personas privadas permanentemente de propiocepción sufren una terrible una pérdida del ser.
En el video se cuenta el caso de una mujer que no tenia el sentido de propiocepción y que al conducir su auto descapotable y sentir el viento en su piel y bellos pudo experimentar la conciencia de todo su ser corporal "de una vez", lo que le produjo una enorme sensación de alegría.
De hecho esa sensación de alegría y libertad que sentimos al estar en la proa de un barco o en un auto o moto mientras el viento nos da en la cara y el cuerpo se relaciona con la percepción consciente del cuerpo, del ser corporal. Aquí entran también en juego el tacto, los receptores de temperatura de la piel. En muchas de estas sensaciones placenteras que percibimos corporalmente se basan los diseños de duchas en los Spas modernos.

En este video del programa Redes para la ciencia , Eduardo Punset conversa con el Dr Mark Lythgoe director del Centre for Advanced Biomedical Imaging de Londres sobre los "otros" sentidos.

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