¿Cuántos días al año sentimos que actuamos en piloto automático?. Cuántas veces y en cuántas situaciones ELEGIMOS o PREFERIMOS andar en piloto automático?, es más, hasta nos hemos ido a dormir contentos y orgullosos de haber terminado el día laboral tachando cada uno de los ítems escritos de nuestra infaltable “listita de pendientes” realizada antes de comenzar el día. Y sí, la rutina es cómoda; desenvolvernos dentro de nuestras fronteras de experiencias y conocimientos es seguro y da tranquilidad, sabemos que nada puede fallar… entonces ¿para qué cambiar?; para qué cambiar … si haciendo tal o cual cosa “sé que me va a ir bien”, PORQUE EN ALGÚN MOMENTO LO EXPERIMENTÉ Y ME FUE BIEN ASÍ… PELIGRO!
Es cierto, la rutina da confianza, pero AGOBIA; nivela para abajo y hoy, el gran diferencial de las organizaciones es justamente poder nivelar hacia arriba y diferenciarse, ya no a través de costos o calidad sino a través de innovaciones y dinamismo inyectado al mercado. Claro que para lograr en una 1º etapa una Actitud Creativa hay que desprenderse y abandonar aunque sea por momentos la rutina; ya conocemos la frase que dice “para lograr resultados diferentes, hay que animarse a hacer cosas diferentes”…
Tomando la iniciativa
Pero atención! Esto no implica romper todos los esquemas y estructuras que poco a poco fueron formándose y FUIMOS FORMANDO en nuestra mente; la rutina en determinadas ocasiones es necesaria y hasta imprescindible, sino todo sería un caos. De esta manera, nadie pretende que descubramos cada mañana una forma diferente de cepillarnos los dientes; el problema nace cuando todo, ABSOLUTAMENTE TODO lo manejamos como si nos estuviéramos cepillando los dientes.
Entonces, cabe aquí la pregunta: ¿creatividad para qué? ¿Creatividad… cuándo? ¿Creatividad… con quién? ¿Creatividad… dónde? ¿Creatividad… cuánto? ¿Creatividad… cómo? ¿Creatividad… con qué? ¿Creatividad… por qué?
Para comenzar y de manera muy concisa, podemos afirmar que hoy la Creatividad es la capacidad de lograr resultados diferentes.
He aquí, tal vez, una revelación del imaginario típico del perfil creativo: LA CREATIVIDAD EN UNA ORGANIZACIÓN REQUIERE Y BUSCA RESULTADOS RENTABLES COMO RECOMPENSA! En este sentido podemos decir que la creatividad, en tanto valor intelectual busca el crecimiento y desarrollo de tanto la organización como sus colaboradores. Ahora sí, comencemos pues a explicar cada ingrediente necesario para llevar a cabo el Proceso …
Cuándo: en el diseño de un nuevo plan comercial; ante un insight de nuestros consumidores / clientes; ante una intuición de que algo puede funcionar; ante las ganas de crear.
Con quién: con todas las áreas de la organización; la creatividad se desarrolla en procesos y aquí no hay discriminación. Son bienvenidos tanto los perfiles imaginativos (aquellos que generan y generan ideas sin llegar a aplicarlas) como los “analíticos” (aquellos que tal vez no se sientan muy cómodos generando y hasta puedan sentir que es una pérdida de tiempo, pero son un relojito para implementar, medir, calcular, advertir, hacer seguimientos). Y podría haber un valor agregado: músicos, pintores, chefs, niños creativos, deportistas…
Dónde: en lugares donde se pueda trabajar en grupos, donde estemos alejados del “reloj”, de los interminables mails de nuestras bandejas de entrada, de los celulares.
Cuánto: pocos días; una jornada, dos jornadas… pocos días pero intensivos, con 100% de concentración
Con qué: con un punto de partida claro, con un objetivo bien definido y establecido; un objetivo concreto es el ingrediente fundamental para dar vida al proceso
Por último, cómo articulamos estos elementos para obtener resultados concretos y viables? A través del Procesos de Creatividad Aplicado. Proceso que comienza, como cual músico que se dispone a componer, con decenas de hojas en blanco; prosigue con cientos de ideas escritas y finaliza con 2 ó 3 ideas desarrolladas listas para testear o implementar.
Claro, a simple vista “las ciento de ideas” (materia prima de la creatividad), parecieran salir de una suerte de caja negra, pero no! En el recorrido, y siempre con el objetivo claro y en mente, pasaremos por varias zonas (y algunas de extrema turbulencia!). Habrá una etapa Divergente, en la que utilizaremos variadas técnicas de creatividad aplicada y una etapa Convergente en la que seleccionaremos y analizaremos las ideas generadas. 2 caras de una misma moneda, 2 escalas de un mismo viaje que comienza sin saber cuál será el destino final.
Cada etapa tiene sus lineamientos y dinámicas. Desarrollar cada una de ellas implicaría el comienzo de un nuevo artículo. Entonces… Hasta la próxima!
O en la página de su consultora Innovar 360 http://innovar360.com.ar/